Buscar la diversidad
Sumar, es lo que se intenta al reunir expresiones diversas. La posibilidad de aprender de experiencias arquitectónicas disímiles ya sea por la geografía, la cultura, la economía, las costumbres o las técnicas constructivas. No existe una sola arquitectura, sino múltiples y diversas. Si bien existen arquitecturas locales, los procesos de uniformidad de la arquitectura son cada vez más fuertes. Las obras son arquitectura que se asienta en un lugar, lo que no significa que le pertenezca o lo represente.
La forma está tan ligada a la función, como a los materiales y sus sistemas constructivos, y al lugar, la modificación de cualquiera de estos componentes hará que necesariamente la obra se transforme. Desde esta perspectiva nosotros entendemos a la arquitectura como una respuesta particular al lugar y sus circunstancias, aunque los principios que la rijan sean universales.
El gran maestro colombiano Rogelio Salmona decía …”La arquitectura debe permanecer, pero debe ser variada como la faz de los seres humanos, engloba muchos aspectos, es suma de conocimientos y una de las actividades más importantes del hombre, al mismo tiempo la más humana de las actividades. La verdadera razón de la arquitectura, además de la habitabilidad que siempre se nombra, es el goce y la dulzura”.
El estudio sistemático de la resolución del problema del habitar, nos llevará a encontrar las soluciones que le correspondan a nuestro tiempo, lugar y cultura. Ese estudio requiere mirar a todos lados, al pasado construido, al entendimiento del presente que se vive, con una actitud de arquitecto que busque transformar e innovar, y emular cuando sea del caso, pero la arquitectura no admite copia. Así nacerán nuevas soluciones proyectuales que luego serán obra construida, hecho estético, continente de un espacio para ser vivido con la máxima razón de reconfortar a quien lo habita.