El proyecto desarrolla un programa de 39 viviendas en dos bloques dispuestos en ángulo recto, con alturas y superficies diferentes. Cada bloque consta de un único núcleo vertical de acceso y tres o cuatro viviendas por rellano.
El sistema tipológico adoptado es el mismo en ambos bloques, con ligeras variaciones.
El imperativo inicial de una fachada a base de obra vista invita a investigar una solución basada en paneles de ladrillo autoportantes (sistema Mumfort).
Dichos paneles, combinan tres tonos de colores diferentes y se distribuyen irregularmente, dando lugar a una composición ligera y calada de los volúmenes, reforzada por el tratamiento abierto de las esquinas. La cubierta metálica, concebida como un elemento de captación energética y la incorporación de criterios de sostenibilidad básicos, ilustran la vocación racional e innovadora del conjunto.