Intervención sobre una construcción existente, prácticamente fue un ‘extreme makeover’ con todo y trasplante de corazón.
Se realizó el diagnóstico sobre el estado original, la familia necesitaba crecer en espacios con programa arquitectónico. El principal hallazgo como estrategia proyectual fue inyectar un patio como corazón de la casa, para dar vida a los nuevos espacios solicitados.
Las recámaras que aparecen sobre la antigua cochera, se bautizan cada una con una identidad específica una vive el patio nuevo y la otra vive la calle y cuida del barrio.
Un espacio para tocar batería y habitar la música se resuelve con materiales que propician la acústica adecuada, la recámara principal crece y vive una nueva escala y confortable.
Los clientes, se vuelven santos patronos, la arquitectura se trata sobre : ‘construir la alegría de los días venideros desde el oficio de arquitecto como una práctica de servicio’.