Casa Carnel fue concebida bajo un diseño contemporáneo con cortes limpios en función de las necesidades de los usuarios en cada uno de sus espacios. Con el fin de transmitir calidez y distinción se definió una línea base que sería contrapuesta de forma estratégica en matices. Todo esto se consideró en conjunto a las necesidades presentadas por el clima hostil de la zona litoral, buscando así optimizar la iluminación natural sin caer en la incomodidad generada por el calor.
Al estar implantada en un terreno esquinero, se decidió establecer la intersección de las dos fachadas principales como punto focal. Con un pórtico -en hormigón pulido al acido- de doble altura que encuadra a la puerta principal y a su vez al gran ventanal en L por el cual se contempla el interior del recibidor. Tenemos la escalera flotante en mármol carrara que gracias a su posición logra imponerse en las fachadas que ocupa.
La paleta de colores exteriores de esta vivienda se encuentra gobernado por los colores: blanco de forma estrategia en paredes, la pérgola y la cubierta de la parte posterior. El champagne para los perfiles de aluminio en todos los ventanales, gris visualizado en el pórtico pulido al acido y tonos maderados en los porcelanatos de la fachada frontal. Esto genera un valioso contraste de texturas que son el reflejo de la esencia del usuario. En cada espacio compartido de la casa encontramos de igual forma el blanco y champagne como color base en paredes y muebles, que se van a conjugar armónicamente con acentos fuertes como el color carmín que se encuentra de forma constante en accesorios.