El edificio se asienta en el terreno
de manera respetuosa, resaltando su marcado
desnivel con paseos y dependencias externas que animan a recorrerlo e
introducirse en la visita interna de las instalaciones. Se crean así infinidad
de posibilidades a la hora de escoger una posible visita turística, siempre
teniendo como punto final la cata y venta del producto.
Los espacios de la bodega presentan
diferentes características higrotérmicas y responden a la linealidad no
interrumpida del camino requerido por la elaboración del vino: recepción de la
uva, prensado, fermentación, crianza y expedición.
El proyecto presenta tres volúmenes
claramente definidos conectados entre si aprovechando el desnivel existente en
la parcela para crear las circulaciones propias de una bodega. El edificio de
vinificación es un cilindro de 25m de diámetro y de 9m de altura interna. Para
la recepción de uva se proyecta a su alrededor un patio cerrado con estancias
cubiertas donde esperan los vehículos hasta descargar. Tiene un pilar en su
punto central que funciona como base de
una grúa-puente rotatoria que permite el movimiento mecánico de la uva prensada
hasta los depósitos de fermentación. El edificio de vinificación se comunica
con el pabellón destinado a la crianza en barrica de manera directa y sencilla.
La crianza se realiza en un recinto rectangular semienterrado formado por tres
naves de 5m x 30m y 7,50m de altura.
Aparece en el interior un pasillo suspendido que permite a los visitantes
contemplar la nave y pasar a la sala de catas sin interferir en las labores de
la bodega. Por último, un pequeño edificio anexo para oficinas, cata y
actividades comerciales en el nivel superior y el embotellado y la expedición en el nivel inferior.