Esta pequeña casa se encuentra en un terreno largo y estrecho en Kioto, la antigua capital de Japón.
Se dispusieron dos ranuras en forma de V en el nor-este y sur-oeste como punto límite simétrico y todas las ventanas se encuentran en estos surcos, que se extienden verticalmente a cada lado de la casa. Las ranuras generan dos pequeños patios triangulares en la planta baja y llevan la luz y el aire hasta sus zonas más profundas.
La casa se construye a través de "medios pisos", dos hacia la calle y tres hacia el lado contrario, por lo tanto todas las habitaciones están conectadas a través de las ranuras. Esta "cintura" de la casa genera a su vez una mayor profundidad en los espacios interiores.
Las ventanas -con diferencia de altura de 7 metros- promueven la circulación del aire por el efecto chimenea, permitiendo que el calor escape durante el verano y circule hasta las habitaciones en el invierno.