En la azotea de un apartamento en la ciudad, se propuso la utilización activa del espacio para convertirlo en una terraza familiar con mucha vida y personalidad:
+ LUGAR PARA COCINAR: Interpretando la pasión de nuestros clientes por la cocina argentina, se propuso un mesón lineal en concreto pulido que alberga lavaplatos, mesón de trabajo, amplio espacio para almacenar insumos, una cava de vinos y nevera ocultas al interior de los muebles. Como elemento protagónico y central se instaló un asador ecualizable en acero inoxidable.
+ LUGAR SEGURO Y CONECTADO AL ENTORNO: La antigua azotea no contaba con seguridad suficiente para los niños, en ese sentido se propuso ampliar la altura de los antepechos con vidrios de segurdad anclados a los muros existentes, lo que garantizó que el lugar siga conectado visualmente con el exterior; en este caso un entorno natural y urbano caracterizado por visuales al amanecer y al atardecer, así como a montañas lejanas y a gran parte de la zona urbana de Floridablanca).
+ LUGAR DE JUEGO Y CREACIÓN: el espacio propuesto, por su amplitud y flexibilidad, permite múltiples actividades para los hijos: hacer ejercicio, jugar, pintar y crear.
+ LUGAR DE CINE EN FAMILIA: Oculto en la estructura de madera se instaló un telón mecánico que permite eventos familiares en torno a otra pasión de los usuarios: el cine.
+ LUGAR EMOTIVO: A partir del diseño especial en la iluminación se consolidaron distintas atmósferas con cualidades diferentes: más luz si se quiere preparar algo en la cocina con más comodidad y opciones de luz tenue para eventos más introspectivos y acogedores en familia.
La obra, en términos constructivos, incorporó materiales que requieren poco mantenimiento y están asociados a los gustos y predilecciones de los propietarios: pisos en tierra cocida para pisos, madera natural en estructuras, acero inoxidable en la parrilla, concreto pulido en los mesones y bancas y acentos en muros con texturas rústicas similares a las de las antiguas viviendas del campo colombiano.