Dentro del centro comercial Mundo E, en el estado de México se planteó una nueva ubicación del restaurante en la planta superior de la plaza. Para dicho restaurante se cuenta con una terraza sobre el track comercial, el salón principal dividido en dos secciones y dos áreas de mezzanine utilizadas para servicios.
Este proyecto busca generar un ambiente relajado e informal a través de los materiales y los diferentes planos espaciales. Se propuso retomar algunos elementos aparentes y desgastados combinados con madera y mármol para crear un espacio cálido.
El espacio cuenta con dos volúmenes principales que delimitan el espacio, el primero de ellos es un sólido de granito negro que recorre parte del salón de no fumadores funcionando como barra de mixología y en donde se realizó una contrabarra a base de nichos de varilla, los cuales tienen un fondo de espejo que genera una mayor profundidad al espacio y una yuxtaposición de elementos que crean diferentes planos visuales en el espacio.
Del otro lado se encuentra un volumen de lámina oxidada recubierto por una celosía de madera avejentada que además de crear una sensación de dinamismo en el espacio, permite contener las áreas de servicio del restaurante, dejando únicamente la cocina a la vista de los comensales.
Este volumen continúa en el interior del segundo salón del restaurante, manteniendo así una integración entre ambos salones a pesar del cambio de acabados que se utiliza dividir visualmente los espacios. Igualmente, dentro de este segundo salón, se encuentran elementos de varilla que mantienen coherencia de diseño a través de las distintas zonas.