El proyecto surge como solución a una necesidad comercial en una avenida nueva, ubicada en el norte de la ciudad de Mérida.
Uno de los retos que se presentaron era la creación de una plaza comercial que con el paso de los años se siguiera sintiendo contemporáneo, por lo cual el diseño de la plaza responde al contexto urbano y temporal que lo regula, logrando así crear una plaza cuyo diseño es a temporal.
El esquema del proyecto es muy sencillo responde a una forma de “L”, rematado por un cubo que se una a la plaza a través de un puente, dicho cubo por la noche se convierte a través de la iluminación, en un remate visual e icono distintivo de esta plaza