La respuesta arquitectónica se afirma como un paisaje residencial que integra la nueva entidad construida en el contexto “arquitectura-paisaje” previsto en el lugar. Conformada sobre la base de distintos relieves adaptados a la escala urbana, esta virtual topografía habitada traza un movimiento modelado, desplegado en altura y replegado en el lugar, susceptible de combinar espacios públicos y espacios privados y de articularlos alrededor de un gran patio verde que integra las actividades de la guardería municipal y focaliza las viviendas, orientadas mayoritariamente hacia dicho espacio central. Un principio estructural, flexible y reglado permite distribuir las distintos tipologías previstas a partir de adaptaciones y variaciones flexibles. El todo aparece como un volumen unitario con un cuerpo bajo transversal, ante el nuevo jardín público y dos cuerpos laterales en altura, de perfil ligeramente curvado. Mientras que la piel exterior presenta una trama eminentemente vertical, la fachada interior se caracteriza por los planos horizontales de los balcones, capas/estratos de un espacio “vaciado” interior/exterior.