PROYECTO: Casa Rubén y Carlos
TIPOLOGÍA:Vivienda unifamiliar aislada y piscina
LOCALIZACIÓN: Son Verdera, Algaida
ARQUITECTOS: Jaime Salvá
AÑO PROYECTO: 2013 / Obra terminada: 2016
SUPERFICIE SOLAR: 15.114 m2 / SUPERFICIE CONSTRUIDA:198 m2
Se trata de una vivienda unifamiliar aislada y piscina en una parcela rústica ubicada en el término municipal de Algaida.
Combina lo contemporáneo con lo tradicional, llevando los materiales y sistemas constructivos de la zona a unas geometrías que responden a las necesidades actuales.
El objetivo del proyecto fue encajar el programa solicitado con unas volumetrías que cumplieran las restrictivas normativas de aplicación en suelo rústico, otorgándole por el contrario un aire contemporáneo, escultórico y funcional que responde a la distribución interior, que si bien se adapta perfectamente a su entorno rústico, no repite la tipología que habitualmente se da en este tipo de parcelas, y que es fruto de una arquitectura de otra época, con unas estructuras familiares y unas necesidades distintas a las actuales, sino que busca una adaptación a las necesidades de programa y diseño actual.
El presupuesto para realizar el proyecto era muy ajustado, por lo que se recurre a un sistema constructivo muy sencillo.
Se parte de la influencia de las tradicionales casa de aperos, que son cubos de piedra con cubiertas inclinadas.
Por lo tanto, la vivienda se divide básicamente en 4 cubos de piedra, cada uno de ellos con su cubierta inclinada, siendo en sí mismos de una tipología constructiva basada en estas sencillas casas de aperos.
La inclinación de estos cuerpos se va intercalando, creando un interesante juego volumétrico, que además proyecta sombras diferentes a los propios volúmenes.
Adicionalmente, un quinto cuerpo, en este caso de color blanco, sobrevuela la planta baja de la vivienda, albergando la suite principal de la vivienda, y creando al mismo tiempo el porche de la zona de estar, ubicada bajo él. Este cuerpo blanco continúa la intercalación de pendientes inclinadas y obtiene las mejores vistas de la vivienda hacia la montaña.
Las volumetrías también son resultado de la búsqueda de elementos pasivos de la arquitectura bioclimática y sostenible, como son la perfecta orientación respecto al sol, que en invierno penetra en el interior calentando la casa, mientras que en verano, cuando los rayos tienen una inclinación mayor, son frenados por la dimensión de los porches, que no permiten su entrada directa, lo que hace que la casa no se caliente y ahorre energía.
Por otra parte, se han diseñado aperturas de huecos en posiciones estratégicas que permiten una ventilación cruzada que refresca y regenera el aire interior, disminuyendo la utilización del aire acondicionado en los meses calurosos y aprovechando al máximo la luz natural, disminuyendo el consumo de luz artificial. Además, estos huecos permiten disfrutar de vistas al exterior desde cualquier ángulo de la casa.
El programa de necesidades de la vivienda se compone de salón-comedor, cocina, 2 dormitorios y un baño/aseo en planta baja, y 1 dormitorio principal en planta piso, que cuenta además con zona de vestidor, baño incorporado, y zona de despacho.
La piscina se ubica frente a la fachada principal de la vivienda, ocupando todo su ancho, siendo de 20 metros de largo, ideal para nadar.
Han sido utilizados materiales de la zona, como la piedra de Santanyí para forrar los volúmenes de la planta baja. Este material incluso penetra en el interior de la sala, donde su pared principal es la continuación de la piedra de Santanyí que atraviesa desde el porche.