La arquitectura como incisión de reactivación entre lo privado y lo público.
Arquitectos: Natura Futura Arquitectura
Ubicación: Babahoyo – Ecuador
Año: 2017
Arquitecto Interventor: José Fernando Gómez
Colaboradores: Astrid Acaro Chacón , Herman Laroze, Aparecida Arguello, Gabriel Cuenca Lissete Arteaga, Fausto Quiroz.
Fotografías: Natura Futura
La Pesca fue concebida en lo que es un sector céntrico muy importante en la vida social y comercial de la ciudad de Babahoyo, provincia de los Ríos, en Ecuador. La Sra. Tania buscaba ampliar y dignificar un negocio de mariscos que ya llevaba 20 años de trayectoria: necesitaba un local propio que ella pudiera invertir y adecuar para generar un mejor servicio a sus clientes.
El local adquirido está ubicado en los bajos de un edificio de departamentos de vivienda colectiva, (edificio en franco abandono producto de descoordinaciones directivas), y colinda con una pequeña área social previa a llegar a la calle. Al ser éste un lugar de uso comunitario, por ley todos los usuarios del edificio tienen derecho sobre él, así mismo por ser espacio urbano el municipio local también posee injerencia. Fue el sentido de apropiación, el que impulsó la necesidad de socializar el proyecto con los habitantes del inmueble para que el proyecto pueda darse y llegar a buen fin colateral.
Asociar la línea de lo público y lo privado donde el límite comienza a desaparecer y el espacio comienza a ser una amalgama de circunstancias y experiencias compartidas, no es siempre fácil y placentero. Hay que tener en cuenta que en los bajos de un edificio se da la vida social de sus habitantes; los niños juegan y fabrican sus poéticas particulares, la gente circula, se dan interacciones sociales, o puede ser incluso invadido por personas que no le vayan a dar el uso adecuado amparados por la falta de iluminación. Factores convergentes que nos obligaron a generar diálogos y negociaciones para evitar conflictos.
Realizado con mano de obra local y construcción in situ. La madera, que fue por años el material usado en la ciudad fluvial y pesquera, es el material recurrente en toda la obra como elemento unificador y activador del contexto. La ausencia de paredes permite que el espacio se fusione, volviéndose parte del paisaje urbano actual.
Se busca generar intervenciones que respondan a una realidad local, una arquitectura más participativa y abierta donde la ciudad se vuelva más liviana, más humana.