El Caserío Gernika es un edificio con unas características de escala, volumetría y materiales singulares que sin poder ser catalogado en sentido estricto como monumento posee un notable valor constructivo como elemento representativo de la arquitectura vitoriana de comienzos de siglo. Estas circunstancias han motivado su inclusión en la categoría de “Conservación Estructural” por el Plan General de Vitoria- Gasteiz.
La edificación original se construyó en 1906 y se asienta sobre un jardín de nobles dimensiones donde el Caserío Gernika se erige en el centro, articulándose el resto de cuerpos anexos alrededor de dicho edificio principal.
Este pasado de esplendor es el que se persigue recuperar, habilitando cuatro viviendas en el edificio principal y reedificando un edificio anexo, comunicado con una galería acristalada, donde se ubica una estancia de uso comunitario y cuatro estancias de uso privado, así como un sótano para aparcamientos.
El esfuerzo desarrollado en la propuesta ha interpretado las preexistencias para adaptarlas a las necesidades del presente entendiendo el sencillo orden tridimensional de los volúmenes construidos como una contraposición entre dos tipos de lenguajes arquitectónicos; más clásico para el edificio noble y contemporáneo para el edificio anexo.
Se trata de una intervención rotunda, pero serena, respetuosa y elegante con el único objetivo de recuperar la nobleza original del viejo edificio principal y su entorno de árboles centenarios.