Anvana Architects transforma esta villa en un oasis neo-mediterráneo: arcos árabes, columnas clásicas y mármol gris enmarcan una piscina infinita que se funde con el horizonte. Palmeras, faroles artesanales y una iluminación RGB sutil bañan la arquitectura en tonos púrpura al anochecer, mezclando lujo contemporáneo y encanto exótico.