Esta preciosa vivienda típica del Cabanyal fue adquirida estando aún en su estado original, vertía en una situación de abandono desde hace más de 20 años pero su belleza afortunadamente se quedó intacta en el tiempo. Los propietarios querían abrir todo el espacio, que la luz llenara todo el piso y que se pudiera tener la máxima ventilación posible; al mismo tiempo se quería preservar esa atmósfera rústica y marinera y hacer que la casa hablara de su historia y de su pasado.
El objetivo era la creación de un loft para dos personas así que no se tuvo que crear ningún espacio cerrado, solo tuvimos que aprovechar las características de la casa. Lo primero que se hizo fue liberar toda la casa de cualquier tabique, del techo de cañizo y de los enseres acumulados. El espacio libre del falso techo dejaba una altura impresionante para que se re aprovechara y el precioso techo de ladrillos y madera finalmente se quedaba a la vista. Se optó por ir limpiando las paredes del yeso y devolver la estética natural del ladrillo, limpiar la madera y tratarla, recuperar la alacena antigua y las puertas existentes. En la pared de la fachada se renovaron las ventanas de madera, idénticas a las originales pero con mejores prestaciones para proteger del ruido de la calle.
Se optó por crear un altillo de madera de pino macizo barnizado de color, el cual alberga el dormitorio. De esta manera todo el espacio se ha quedado conectado, ya que la plataforma se queda como si estuviera suspendida justo en el medio de la vivienda. La madera tiene especial relevancia en esta reforma al ser el elemento principal junto con el ladrillo. A estos dos materiales añadimos la cal, un enfoscado perfecto por estos tipos de casas por sus cualidades transpirantes y antibacterianas, y reutilizamos algunas de las baldosas hidráulicas presentes en la casa para el suelo delante de la cocina.
La cocina es minimalista y simple, con módulos color antracita y encimera de granito negro mientras que en baño se ha jugado con unos preciosos azulejos color petróleo y con detalles como la pila de piedra.
El resultado es una casa mediterránea, luminosa, con mucha ventilación, ideal para una pareja y para disfrutar del barrio.