El proyecto fue concebido a partir del concepto que necesitaba el cliente de relacionar su empresa con la idea de innovación y actualidad. En base a este requerimiento se realizó un modelo de imagen que buscaba instalar la atemporalidad del espacio. Por otro lado, el espacio dado era pequeño (65m2), por lo que se buscó profundizarlo visualmente. Por último, el programa solicitado debía mantener la continuidad del espacio y la integración de los usuarios.
Bajo estas premisas, se determinó un diseño cuyo centro fuese una gran mesa lineal blanca y diseño minimalista que permitiera denunciar el largo máximo del espacio e integrar a su alrededor a los usuarios, y ofrecer una flexibilidad en cuanto a su uso: un tramo de la mesa puede albergar puestos de trabajo y otro tramo sirve como mesa de reuniones. El concentrar la mayoría de actividades en la mesa central permitió liberar los ventanales existentes para integrar el paisaje al interior a la oficina en su máxima capacidad. Para reforzar este gesto, se diseñó un cielo falso en base a líneas como también las luminarias sencillas y livianas siguiendo la orientación de la mesa. El pavimento se eligió en tonos madera claros que entrega calidez y luz al espacio.