Tanto reivindicar la “conciliación de la vida laboral con la vida familiar” y mira… Ahora parece que todos es una y la misma cosa. “Ten cuidado con lo que deseas” dice el refrán y una vez más, tendremos que darle crédito a la sabiduría popular.
Ahora, cuando parece que los momentos de estar en casa se alargarán y harán más frecuentes, parece también más obvio que nunca que nuestro hogar, aparte de servirnos como lugar de descanso y de refugio, tendrá que poder mantenernos conectados con la familia y el trabajo. La casa ideal que hoy os traemos, ofrece lo que todas: un lugar para la privacidad y el compartir en familia. Pero también y en los usuales metros cuadrados, logra conjugar, tirando de versatilidad y bisagras, espacios segregados para el teletrabajo y la socialización en remoto, así como rincones para el relax, la introspección (o la evasión) enmarcados en una ilusión de exterioridad y contacto con la naturaleza.
Todo ello en el mero centro de la ciudad.
Que el futuro no se parece en nada a 2021: Odisea en el espacio, ya lo sabemos hace tiempo; y que los espacios tecnológicos e “inteligentes” no tienen por qué ser blanquísimos, transparentes o plateados, también. Por eso, no os extrañe que esta casa “conectada” luzca tremendamente cálida, familiar y acogedora. Quizás sea eso, precisamente, lo que haga de ella una vivienda especialmente apropiada para los nuevos tiempos.… Para esta nueva modernidad, que sin tocar a la puerta, se nos coló por la ventana.