Con madera talada y reparada en el sitio así como mano de obra local, se desarrolló un laboratorio rural para la inseminación artificial de equinos. Se desarrollaron dos edificios, una pequeña bodega y un edificio longitudinal que albergará una pequeña oficina y laboratorio, un área de manga para la inseminación y dos cuadras para yeguas. Salvo la cimentación y el piso, toda la estructura y envolventes son de madera y lámina termo-acústica de zinc. En el área de mangas se tiene una pantalla de louvers para reducir la luminosidad ambiental y facilitar la lectura de ultrasonidos para el chequeo de las yeguas. El módulo repetitivo de las cuadras genera la proporción del edificio principal.