Quien come como se debe comer y bebe como se debe beber nunca será santo ni santa. Son los pecados de la gula, la ebriedad y la lujuria los que nos llevan al abismo oscuro y repulsivo del placer mundano y la extrema felicidad. Quien come como se debe comer y bebe como se debe beber nunca será santo ni santa. Si acaso beato o beata". Bajo este manifiesto, se diseña un espacio de ocio en la ciudad amurallada de Cartagena.