Disfrutamos de seguir rehabilitando viviendas en el barrio valenciano del Cabanyal y mantener sus peculiaridades culturales y patrimoniales. En este caso se trata de una vivienda de 114 m2 en una segunda planta de un edificio de 1929. Nos enamoramos de la luz de este piso desde el primer momento a pesar de su avanzado estado de deterioro. Los clientes vieron el potencial de crear un espacio generoso y acorde al carácter del barrio.
Como suele ser habitual la vivienda estaba muy dividida. Eliminamos tabiques y creamos una gran zona de dia, iluminada por los grandes ventanales de la fachada principal, además de dos dormitorios en la parte opuesta, y dos baños y espacio de almacenaje en la zona central. La vivienda cuenta con todos los espacios necesarios para vivir comodamente.
Las puertas originales se han restaurado y reubicado. El pavimento antiguo hidráulico se ha recuperado en parte y colocado en forma de alfombras marcando diferentes espacios de la vivienda. Desvestimos de yeso el ladrillo antiguo aportando textura, color e historia. Tras quitar falsos techos descubrimos los techo antiguos de viguetas de madera de mobila con revoltones que en esta ocasión se deciden limpiar, sanear y pintar dejando su forma irregular sin enlucir.
Las particularidades de la vivienda y el buen gusto de los clientes ha dado como resultado un apartamento muy especial en pleno centro del Cabanyal.