El proyecto se sitúa en un lugar apartado de la ciudad pero privilegiado, cerca del bosque de la Primavera, donde la naturaleza se funde con el proyecto.
La casa surge como un espacio de retiro, dado que la clienta es una mujer soltera recién jubilada, de ideas firmes, concretas y aventureras.
El proyecto lo pide como “tener cajas apiladas” ya que no convive con las formas curvas o inclinadas, de aquí surge la idea de la casa-contenedor.
La casa se conforma por 4 contenedores HIGH CUBE (40 PIES / 30m2), dos en planta baja y dos en planta alta, desfasados, para crear dos terrazas, una en cada nivel. El total de m2 de la casa es de 120.
El programa se divide en planta baja: sala, comedor, cocina, medio baño, cuarto de lavado, recámara principal con baño, terraza y cuarto de herramientas En planta alta se divide en recámara de visitas con walk-in closet y baño, pasillo-galería, estudio, terraza y la doble altura de sala, comedor.
El proyecto tiene la posibilidad de abrirse completamente o quedar hermético si así se desea.
Debido a lo apartado de la ciudad y lo extenso del terreno se le agregó al programa un último contenedor que albergara dos mini estudios con baño completo cada uno para las visitas.
Los contenedores tienen muchas ventajas como por ejemplo, el reciclado de la estructura, la rapidez de construcción, el traslado una vez construido si se desea cambiar la ubicación del proyecto, al ser modular puede ampliarse el proyecto, etc.
Dentro de los retos se encuentran, el control de temperatura, (en este caso se dejó el proyecto con las caras más largas norte-sur), todo el interior se encuentra forrado con un aislante térmico acústico, no solo para el calor sino también para el frío. El movimiento constante del metal con el cambio de temperatura, así como el ruido con la lluvia.
Cuenta además con sistemas pasivos como calentador solar y próximamente celdas solares.
Una forma inteligente de reciclar mediante una pieza llamada hogar.