Esta casa en el barrio El Cantón, en la zona de Escobar, se pensó en un principio como vivienda de fines de semana pero con el avance del anteproyecto los propietarios se entusiasmaron con la idea de transformarla en vivienda permanente. Se ampliaron algunos sectores para ajustarse a tal fin, manteniéndose la idea original de una caja blanca apoyada sobre volúmenes de hormigón armado visto.
El propietario es fanático del tuning por lo que se le dio un tratamiento especial al espacio del garaje, separándolo del resto de la casa y diseñándolo para que pueda funcionar también como un taller mecánico y espacio de exhibición de 2 vehículos.
El resto del programa es convencional para este tipo de viviendas con la zona pública en planta baja, los servicios vinculados con la cocina y un dormitorio en suite para eventuales huéspedes que funciona como sala de televisión cuando no está ocupado por estos. La planta superior contiene los dormitorios de los hijos con un baño compartido y la suite principal, de espacios generosos y un cuidado diseño en el cuarto de baño, aprovechando las vistas hacia la laguna.
La arquitectura sustentable fue una prioridad desde el principio, el diseño de los aleros en las fachadas más vidriadas, el uso de materiales altamente aislantes y de nulo mantenimiento, las ventilaciones cruzadas junto con un óptimo diseño de las carpinterías garantizan tanto el confort como la correcta iluminación natural de los ambientes durante el día.