Arquitectura: Manuela Naveira
Gestión y administración: Francisco Fragati
La ciudad de Luján, al igual que muchas ciudades de la periferia bonaerense, ha sufrido en los últimos años un proceso de dispersión geográfica. Los emprendimientos urbanos privados han logrado captar un importante segmento de la población que ya no encuentra accesible ni atractiva la vida en la ciudad.
Como arquitectos y desarrolladores, en un intento por combatir la degradación urbana y revitalizar el centro de nuestra ciudad, decidimos construir proyectos que nos inviten a volver.
En este sentido, nos cuestionamos ¿cómo podemos contribuir a la revitalización urbana? ¿Cuales serían los proyectos apropiados? ¿Qué entendemos por ‘revitalizar’?
Si creemos que la ciudad se construye entre habitantes y entorno, entonces para revitalizarla deberíamos comenzar por recomponer y reconectar estos dos puntos:
En primer lugar, recuperando el sentido de comunidad. Construyendo edificios capaces de conectar a sus habitantes entre sí y con su barrio. Los cuales permitan una mayor densidad y variedad de usos, pero con una escala adecuada.
En segundo lugar, retomando la relación con el medio ambiente. Ofreciendo una mejor calidad de vida para sus habitantes y para su entorno, creando ambientes saludables y contribuyendo a reducir el impacto ambiental.
Con estas consideraciones proyectamos Güemes Garden, un edificio multifamiliar ubicado en el centro de la ciudad. Implantado en un área residencial de casas bajas, sobre un terreno de 10x55, el edificio crece longitudinalmente en tres plantas. Mediante un retiro de frente gradual y escalonado, se logra tomar la escala barrial de la calle y, gracias a la permeabilidad de su fachada, se genera un vínculo visual entre el interior y el exterior del edificio.
Con un total de 12 unidades de 1 y 2 ambientes, el proyecto aumenta seis veces la densidad promedio de la zona y, mediante la incorporación de usos mixtos, fomenta la dinamización del área.
En planta baja, una “calle” acompañada de una sucesión de canteros parquizados, separa las unidades de oficinas de las cocheras, organizando el espacio. Y, en el patio central del edificio, junto a un gran jardín vertical, se ubican las escaleras de acceso a las unidades superiores. Las áreas comunes de circulación son abiertas y de dimensiones generosas, de modo de generar espacios confortables que fomenten la interacción entre vecinos.
La incorporación de solados permeables, sumado a las grandes superficies parquizadas, permitieron devolver al terreno un 80% de superficie absorbente. Mientras que los jardines verticales y la vegetación, además de contribuir con las visuales, ayudarán a regular la temperatura y mejorar el aire.
Las viviendas, ubicadas en el primer piso, poseen superficies que van desde los 32m2 a los 57m2 cubiertos. La calidad espacial de las unidades está dada por el constante contacto visual con el exterior y la gran luminosidad otorgada mediante sus ventanales, la correcta orientación y las dobles alturas. Todas las viviendas cuentan con terrazas verdes privadas, logrando incorporar la naturaleza a la vida cotidiana, ofreciendo nuevos usos y mejorando la calidad de vida de sus habitantes.