El proyecto contempla la reforma del edificio existente que actualmente alberga los vestuarios vinculados al uso del campo de fútbol adyacente y el gimnasio del complejo Michelín, así como unos baños masculino y femenino de acceso desde el exterior.
El edificio resultante se dispone en una única planta rectangular a la cual se accede por el punto medio de uno de los lados largos del rectángulo. El acceso se efectúa a través de un entrante de la fachada a modo de cortavientos través del cual se accede a un vestíbulo donde se sitúan la recepción y una pequeña sala de espera. Este vestíbulo sirve de distribuidor, por un lado, a las tres salas de fitness, spinning y actividades, y por otro a la zona de vestuarios, despacho y spa.