Un acogedor y amaderado espacio de trabajo nace de un encargo por parte de un emprendedor, empresario y viajero cuya necesidad era poder trabajar desde casa, tener un espacio cómodo para investigar, leer, trabajar y al mismo tiempo adecuado para tener reuniones de negocios.
El proyecto consiste en la renovación completa de un sótano 30 metros cuadrados que anteriormente cumplía la función de almacenaje.
Para adecuarlo al uso de “home office” se trataron los muros para solventar los problemas de humedad y como parte del diseño y corazón del proyecto se construyó una L invertida de madera de pino listonado que alberga todas las instalaciones eléctricas, datos y sonido, además de aportar ese elemento natural y unificador del espacio.
A partir de este elemento desciende otro módulo de madera que ayuda a contener las libreras y del cual emerge y se eleva una mesa flotante, la verdadera protagonista del lugar.