El proyecto se lleva a cabo por parte de la Universidad de Granada, en España. Se trata de un equipamiento sobre el paseo de la Bicha; éste se encuentra sobre el río Genil, que atraviesa parte de Granada. Ciertos sectores del río Genil, actualmente se usan como un lugar de recreación donde la gente sale a correr, andar en bici, caminar o pasear.
Surge por la falta de infraestructura para el ocio y el descanso a lo largo del trayecto. El propósito de éste, es que refuerce el uso que se le da al trayecto, fomentando así el uso de este, por parte de la población. Se ubica aproximadamente a 3km de la ciudad de Granada y en los alrededores de Cenes de la Vega.
Granada, y Andalucía en general, son áreas bastante áridas, donde predominan los cultivos de olivo sobre las montañas y pequeños arbustos. Es en las orillas de los ríos donde existe una cantidad de vegetación relativamente mayor pero que no cuenta con la infraestructura. Éste espacio de ocio y descanso proporciona una mezcla inexistente entre naturaleza y ciudad, brindando al usuario una conexión con la naturaleza sin alejarse demasiado de la ciudad.
Ubicado justamente a la orilla del río Genil, no solo proporciona a las personas que transitan el área, un pequeño espacio público donde puedan socializar, descansar, tomarse algo, etc. Sino que brinda a las personas que deseen un espacio interior, que transmite sensaciones de refugio, tranquilidad y paz. Así mismo durante el verano se alcanzan temperaturas sumamente altas, por lo que existe la posibilidad de sombra con el uso del área interior.
Los colores que se usaron son colores tierra y los materiales predominantes son la madera y el concreto, mimetizándose de esa manera con la predominancia de colores existentes durante el invierno y otoño, logrando un contraste con los colores que surgen durante la primavera y verano.
Su ubicación es estratégica, se ubica en un punto donde existe una acequia, que sirva para irrigación de campos de olivos y demás, que puede proporcionar agua al recinto desde la otra orilla del río.
Se pensó en lo incluyente que debía de ser el proyecto, por lo que durante su concepción se pensó en diseñar un puente que conecta la orilla opuesta del río con el proyecto. Puesto que los únicos puentes están alejados unos de otros, se determinó que era además de incluyente, necesario para una correcta incorporación a su entorno.
En cuanto a la morfología, se pensó en crear un tipo de analogía con las piedras circundantes en el lugar, que salen de la pared con formas irregulares; aplicando eso al proyecto, se creó un contraste pensando en que sería una forma pura saliendo de las paredes alrededor del río, de ésta manera el volumen llega a resaltar de una manera mayor, sin romper el orden existente en su entorno.