El pabellón del Viaje Polar consiste en un espacio expositivo multiusos, con cabida tanto para la documentación
audiovisual del proyecto como para generar conferencias y eventos de carácter
multidisciplinar.El proyecto se
plantea como un espacio modular, ampliable y eminentemente permeable, en el que
el usuario se introduce dentro de un simbólico iceberg fragmentado en 12
secciones relacionadas con las diferentes estructuras o fases cristalinas que
puede presentar el hielo. Estas 12 secciones permiten clasificar el
material expuesto generando recorridos tanto longitudinales como transversales.
Esta disposición espacial se plantea para insertar el proyecto en espacios
públicos, generando una nueva calle expositiva con diferentes recorridos y
relaciones visuales a partir de su emplazamiento. La incidencia de la luz
genera un espacio expositivo mutable, permitiendo diferentes tonalidades en
similitud con los diferentes estados del hielo en los polos. La piel exterior
se comporta como un iceberg, reflejando los colores que inciden en él y
protegiendo al interior expositivo, el cual adopta el azul eterno del hielo y
la hora azulo mágica del cielo.