La planta de un edificio (aprox. mil metros cuadrados en total, incluido el vestíbulo con elevadores y escaleras) se debe acondicionar como departamento, localizado dentro de un edificio diseñado por Cesar Pelli. Otro edificio más con formas caprichosas que hacen un verdadero reto el resolver algo digno en semejante capricho. En principio, se trata de la retícula neutra, de una “Casa Dominó” de una planta, donde el espacio se puede ocupar y manipular a voluntad. En efecto, las superficies curvas de la envolvente desmienten una y otra vez el principio reticular ortogonal, mientras que el sinnúmero de ejes de simetría axial y puntual, sumado al espaciamiento irregular de las columnas, insinúan tres espacios hacia los lóbulos de la envolvente, extensos pero no flexibles, y cuatro rincones triangulares, reducidos pero no despreciables, de manera que el sueño de la flexibilidad total amenaza con terminar en una pesadilla de esquinas y ángulos agudos.
Una mancuerna de vestíbulos —uno “público“, de planta cuadrada, otro “privado”, circular— definen las mitades de la vivienda: sala, comedor, fumador y servicios por un lado; recámaras, estudio y habitaciones de recreo (home theater y billar) por el otro. Un Leitmotiv espacial se repite deliberadamente, mediante un contraste de alturas: en las habitaciones, el plafón se eleva cuanto lo permite la construcción, y se baja hasta el mínimo permitido para formar pasadizos de transición entre los diferentes ámbitos. Puesto que el reglamento del inmueble establece que los muros interiores sólo tocarán el ventanal de la fachada en los atiesadores, aparece otro motivo repetitivo, unas ranuras por donde el espacio de algunas habitaciones (por ejemplo, el estudio) parece “fugarse” hacia la habitación adyacente.