La residencia en cuestión trataba de resolver dos problemas: el primero era el de acoplar un complicado programa de necesidades para un predio de reducidas dimensiones, la segunda el de dar al usuario la sensación de amplitud que la residencia carecía y de dotarlo de calidad espacial. Afortunadamente para el dueño del inmueble, su predio colindaba con un gran barranco, en dónde el paisaje era enriquecido con una gran variedad de árboles. La solución fue la de transformar la casa en una gran vitrina que diera hacia el barranco, dándo la sensación de amplitud espacial y dotandolo de calidades apreciativas hacia el contexto inmediato.Se busco la solución constructiva más eficiente para la vivienda, dotando a todos los ambientes de luz y ventilación natural, así como logrando coincidir en un módulo estructural constante, 3 metros, lo que permite su rápida ejecución y ahorro en el desarrollo del proyecto.