El encargo consistió en el desarrollo del proyecto de una vivienda de vacaciones, ubicada en la ladera sur de un cerro boscoso con una vista privilegiada al lago Villarrica y tres volcanes de la Araucanía: Villarrica, Quetropillán y Lanín. Se ubica en el sector de Río Plata, comuna de Pucón, en los Andes patagónicos. Al terreno, se accede desde la parte alta y en este punto, se proyecta una plataforma que pasa a ser un atrio para la casa, la que se emplaza sobre una roca, con vistas principales hacia el sur (volcanes) y el poniente (lago).
La construcción está formada por dos volúmenes, uno para la familia y otro para invitados. El volumen principal tiene forma rectangular y dos niveles, los que se adaptan a la topografía del terreno, buscando las mejores vistas. El volumen secundario tiene un nivel y se encuentra inserto en el área boscosa del lote. La arquitectura de estas construcciones busca ser lo más neutra posible, con el objetivo de insertarse respetuosamente en el paisaje.
Para privilegiar las vistas, se levanta la edificación sobre un zócalo de hormigón armado que mantiene la cota más alta de la roca existente en el lugar. El elemento es revestido en piedra y se funde con la vegetación. Sobre éste, se edifican los muros de hormigón y madera.
El gran interés del cliente por el arte, permitió la incorporación del trabajo de importantes escultores chilenos en la obra. Así, se logró contar con dos esculturas en el acceso de Federico Assler, con la puerta principal de la casa diseñada por Francisco Gazitúa y un muro escultórico interior de Vicente Gajardo, obras que se complementan con el lenguaje de la vivienda, que busca fundirse con el entorno a través de sus materiales y espacios. Destacan en este sentido, las amplias terrazas y las fachadas acristaladas que bordean los recintos comunes, generando un diálogo con el contexto inmediato, la vegetación y la inmensidad del paisaje del sur de Chile.