Los materiales nobles dibujan el espacio de esta casa que se abre a la piscina y al mar en planos sucesivos. La solidez de la piedra natural se une a líneas de un clasicismo renovado en una construcción de prestigio. El techo del pórtico que sigue la forma triangular del frontispicio y la puerta de entrada rematada en punta son un buen ejemplo de ello. Detalles extremadamente cuidados en la escalera, hierro forjado y marquetería de mármol rojo y marrón sobre fondo crema hacen del hall un espacio refinado y acogedor. El resultado es un edificio exclusivo.