Ubicada en medio de la montaña, con una vista extraordinaria de la zona metropolitana de Monterrey y por su altura, un clima nada caluroso. El terreno con impresionantes pendientes que obligaban a realizar cortes, pero con tanto cuidado para no dañar los arboles del sitio, que se decidio por tener una huella lo mas pequeña posible. Lo que permitio una mayor altura de la construccion y que cada espacio tuviera los beneficios de vista, ventilacion, luz natural y poca superficie de circulación. El resultado fue un juego volumétrico vertical, con elementos entrelazados no solo por los cambios de nivel, sino tambien por los acabados.