El encargo permite reflexionar sobre la tipología de las casa de campo para unos clientes con tradiciones familiares uruguayas fusionadas durante años con las peruanas. Se formula el partido en “L”, sin perder lo ancestral y teniendo presente lo contemporáneo. La casa se eleva 50cm en el acceso principal y deja pasar por debajo la leve pendiente del terreno, creando una sensación dominante ante el resto del jardín y generando desniveles que enriquecen la propuesta y crean espacios interesantes a lo largo del partico.
Un ala de la “L” contiene el parea social que remata en la zona de parrilla, y la otra encierra el área privada. Entre ambas está la cocina que funciona como rótula al generar patios laterales para iluminarse y ventilarse naturalmente. En la zona social se distribuyen uniformemente espacios cerrados como la sala y el comedor, y a la vez espacios permeables como la parrilla y las terrazas. Esta fachada se unifica superiormente mediante un techo sol y sombra e inferiormente con un basamento que contiene a la piscina como borde ente el jardín y los espacios interiores. Por otro lado, la fachada de ala privada se articula con un pasillo exterior a través de las galerías de madera a modo de transición entre jardín y dormitorios, la cual es muy utilizada en el día. Asimismo, se complementa una circulación interior más usada por las noches que conecta posteriormente los dormitorios equitativamente distribuidos y cuyo remate es el dormitorio principal en una posición privilegiada por las visuales.
El clima y el uso temporal permiten acceder desde el exterior a cualquiera de los ambientes por sus puertas y persianas corredizas, aquí el lenguaje rústico reformula el uso de materiales propios del lugar y define una fachada siempre pero rica en detalles. Por este motivo, con el pasar de los años el proyecto evoluciona a la par que el entorno va madurando, se ve un cambio en la naturales que reacciona ante la casa y la toma como parte del paisaje. Arquitectura y naturaleza se mezclan naturalmente con esta propuesta implantada sutilmente.
Los materiales austeros contrastan con el paisaje arbolado y definen claramente la calidez del proyecto. Crean un refugio permanente donde las visuales integran el exterior con el interior en cada uno de los espacios de la propuesta.