Ubicado en Puerto Escondido, uno de los destinos turísticos más importantes y atractivos del estado de Oaxaca, se desarrolla Casa Bicachi, dispuesta en una porción de tierra de 30 metros de largo por 19 metros de ancho y proyectada a 600 metros de la costa.
El proyecto arquitectónico responde a las necesidades intrínsecas de este, por medio de un análisis climático, el diseño reconoce las condiciones atmosféricas de su geografía, por ello se consideró una planta en “L” para un mejor aprovechamiento de los vientos del norte, pero sobre todo para cubrir del asoleamiento a las habitaciones y pueda existir este flujo de ventilación, para brindar a los huéspedes un óptimo confort térmico durante su estadía.
Iniciando así con la entrada principal la cual nos recibe por una cubierta de madera que proporciona seguridad con sus basamentos de piedra de la región, durante el acercamiento al área de recepción se cruza una puerta de herrería en forma de celosías que provee la sensación de frescura, atravesando esta celosía nos topamos con el vestíbulo principal y recepción las cuales se encuentran coronadas por una palapa, ejecutada con una técnica regional echa de hojas secas de palma y madera, con pendiente, misma que proporciona el enfriamiento de las temperaturas en zonas tropicales. Esta área en especial cuenta con la vista panorámica del lugar, observando el edificio de tres niveles y tomando como eje rector de diseño la alberca desplantada en una superficie de 34 metros cuadrados que mantiene en disposición perimetral una orientación oriente poniente se reservan las mejores vistas para las 12 habitaciones y dos suites que se distribuyen en estos tres niveles.
Avanzando, de lado izquierdo podemos ubicar la zona de jardín, donde descubrimos la materialidad del bar con el uso adecuado de maderas, barro negro y concreto pulido, la reinterpretación de elementos de cobertura tradicional dan como resultado el uso de la palma seca en vertical soportada por una estructura metálica que generan dinamicidad y movimiento en el espacio.
El hotel fue diseñado para trabajar con el contexto natural, utilizando hojas de palmeras secas, huesos de Palma de origen local en paredes y techos, madera de Parota para la carpintería y un respiro verde gracias a la vegetación regional, el uso confiable de los materiales y acabados responden a las necesidades locales. La materialidad permite al visitante conectarse con la forma de vida de la zona, donde la vegetación endémica, estructuras de madera y techos de palma dan carácter al conjunto.
Como resultado tenemos un conjunto donde la privacidad de las recamaras y la apertura de los espacios comunes dialogan constantemente, el diseño de interiores y los materiales inteligentemente ocupados cautivan a la vista e invitan a ser parte.