132 vpp de arrendamiento
Ensanche de Vallecas20, parcela 5.16.
Memoria.
Este proyecto es el resultado de un concurso
restringido convocado por la EMVS a finales del a�o 2003. La filosof�a del
concurso era que cada equipo ofreciera la mejor soluci�n de arquitectura que
fuera capaz de imaginar, siempre que se cumplieran los par�metros ?econ�micos?
del solar; edificabilidad y n�mero de viviendas, y considerando siempre que se
trata de una promoci�n de vivienda protegida.
Depend�a por tanto de los concursantes decidir si se
optaba por una propuesta ?medida? que cumpliera con el resto de condiciones
urban�sticas de ocupaci�n, alineaci�n,
alturas, etc., o si como fue nuestro caso se planteaba una soluci�n que
necesitara de tramitaci�n urban�stica posterior.
Nuestra propuesta ganadora fue una torre de 22
plantas.
El proyecto se podr�a contar de muchas formas, pero
hay una a la que no nos gusta renunciar y que tiene que ver con la eficacia de
la planta y la soluci�n de un determinado programa funcional, en este caso de
viviendas.
Se trata de viviendas en alquiler que se caracterizan
por su reducida dimensi�n, puesto que son, de entre las viviendas protegidas,
las que m�s se ajustan a los m�nimos dimensionales de la normativa.
El proyecto construye un total de 132 viviendas de uno
y dos dormitorios para una edificabilidad de 9000 m2 m�s 300 de uso comercial
en planta baja.
Sobre rasante, el edificio ocupa el 70% del l�mite
marcado por la alineaci�n, con un retranqueo generalizado para liberar un mayor
espacio p�blico de acera en el frente de acceso y de desahogo natural del uso
comercial de planta baja. Este retranqueo permite evitar la construcci�n de los
chaflanes t�picos del ensanche y trabajar con un volumen de geometr�a m�s
n�tida.
Para una misma edificabilidad, reducir la huella del
edificio implica necesariamente crecer en altura y en este caso se propone un volumen
de perfil recortado de proporci�n digamos, poco frecuente. Se podr�a pensar en
el edificio como el resultado de unir una torre y un bloque mediante un cuerpo
central, pero nos interesa m�s la idea de un desarrollo libre en altura, donde
el equilibrio entre las partes y el todo resulta algo inquietante.
La soluci�n en planta tiene como base geom�trica la ?doble
simetr�a?, es como los ambigramas, que son las palabras o figuras que se leen
igual al girarlas 180�. Esta estrategia colabora a desdibujar algo m�s las
partes ya que el orden de cada una no es evidente y se asocia sin soluci�n de
continuidad con el orden de las otras. Tambi�n tiene que ver con el hecho de
que el edificio, en su condici�n de bloque exento, se percibe como una pieza en
la que no hay distinci�n entre delante y detr�s o principio y final, responde
de forma similar tanto a la calle de acceso como a la zona verde que discurre
de forma longitudinal por el otro frente.
S�lo en un corte cl�nico de este desarrollo mixto empezar�amos
a entender como se ha resuelto la diversidad del programa; Aun siendo todas las
viviendas de 1d y 2d, las de menor dimensi�n se sit�an en los elementos en altura,
y se desarrollan en una sola planta, mientras que los duplex, como repetici�n
de unidades funcionalmente indiferenciadas, ocupan el desarrollo longitudinal
del z�calo. Las viviendas no son el resultado de un loteo a priori de la planta
sino que se resuelven entrelazadas
tanto en planta como en secci�n.
Las viviendas en duplex se componen de dos estancias
vers�tiles que se cruzan en secci�n para disfrutar de las dos orientaciones
Norte y Sur. Al tener el acceso por planta primera pueden responder tanto al
uso caracter�stico de vivienda como a los usos terciarios previstos en el
planeamiento como complementarios y/o alternativos; oficinas y comercial en
planta primera y hospedaje en cualquier nivel por encima de baja.
Como efectivamente hay muchas formas de contar un
proyecto hay otra que tiene que ver con el car�cter urbano del edificio, con la
construcci�n de la ciudad y la necesidad de caracterizar de alguna manera los
nuevos tejidos residenciales, en este caso de Madrid, pero que como tantos
otros pecan de falta de intenci�n en su definici�n.
En este sentido el proyecto trabaja a varios niveles. El
cerramiento exterior recurre a los recursos de indiferenciaci�n y ambig�edad
escalar. Se trata de una piel de escamas de zinc en franjas horizontales que deslizan
unas sobre otras con un ligero decalaje y en las que se insertan los huecos con
la intenci�n de no hacer evidentes los niveles de piso. Se plantea un sistema
combinatorio de huecos tipo de reconocible corte dom�stico que encuentran su
mejor posici�n siempre desde dentro de las estancias. Sobre esta estructura soporte de la unidad y tambi�n
de lo m�ltiple se incorporan unos cajones proyectantes que como elementos
libres de distorsi�n introducen una ligera vibraci�n en fachada.
La relaci�n entre los conceptos de ?convivencia de
escalas? y ?ambig�edad escalar? , es decir lo que es grande Y lo que es peque�o
junto con lo que no se revela ni como grande ni como peque�o, establece el
dialogo que en otros escenarios produce sin querer la ciudad hist�rica y los
desarrollos sucesivos que en ella se producen a lo largo del tiempo
De alguna manera la dualidad se convierte casi en un
m�todo de b�squeda; por un lado se trabaja con la intenci�n de que la ciudad no
solo hable de sus edificios sino del vac�o que ellos generan, existe una
funci�n muy definida en planta y una no traducci�n de la misma en fachada, se
potencia la condici�n de envolvente continua que a pesar de su ligereza
material colabora en la percepci�n del edificio como s�lido y se propone para
la construcci�n de un volumen tan pronunciado y n�tido, un acabado escamado y
poco terso aunque ciertamente homog�neo.
De �sta manera se hace convivir lo cotidiano y lo
extraordinario; lo cotidiano del hueco domestico que corresponde a un orden
claro funcional con lo extraordinario de su disposici�n eliminando el orden
compositivo y colaborando a la lectura de una masa uniforme
Pero existe una tercera manera de explicar el proyecto
que podr�amos titular como ?la arquitectura y la t�cnica? y que se trata de meter
en cintura las ideas para hacerlas construibles. En el desarrollo del proyecto
de ejecuci�n y su construcci�n se produce el filtraje de la normativa, el planeamiento,
el presupuesto, la viabilidad constructiva y sobre todo la verdadera traducci�n
espacial de las cuestiones planteadas.
De esta manera, la fachada de zinc se convierte en el
argumento central no solo por cuestiones de su ejecuci�n material si no tambi�n
como estrategia de eficiencia energ�tica. Se plantea una soluci�n de
mantenimiento m�nimo, en posici�n trasventilada, que facilita la transpiraci�n
de la fachada, protege la edificaci�n de la infiltraci�n de agua de lluvia y
evita la condensaci�n intersticial. Supone la optimizaci�n del aislamiento t�rmico
y ac�stico del edificio, que al estar situado en la cara exterior de las
f�bricas de cerramiento evita los posibles puentes t�rmicos.
En verano, se produce ?efecto chimenea?, el sol
calienta el aire que queda en la c�mara que asciende por convecci�n ocupando su
lugar aire fresco y evit�ndose as� la acumulaci�n de calor en la fachada.
En invierno, en cambio, la radiaci�n solar no es
suficiente para producir estos movimientos de aire y la fachada ventilada act�a
como acumulador de calor produciendo el efecto contrario.