Partimos del principio de que la calidad de la arquitectura incide en la calidad de vida de la gente. Impulsamos la excelencia en el diseño con respeto a los usuarios, al lugar, a los materiales y recursos disponibles. Buscamos producir una arquitectura que no violente el entorno, que aloje no sólo la vida, también los sueños, que dé sentido de ubicación y pertenencia, capaz de conmover e incitar a la reflexión. Arquitectura que envejezca con nobleza.