En una zona residencial de viviendas nuevas en Zapopan, rodeado de numerosos fraccionamientos residenciales, yace la necesidad por diseñar una casa con un equilibrio entre la modernidad y lo tradicional, con un diseño sencillo y elegante, colores neutros y simples, superficies amplias y volumetría sencilla.
Desde siempre quisimos que la casa se tratara como una abstracción del tronco de un gran árbol, donde por fuera se presenta con una corteza gruesa, robusta, llena de texturas y pequeños detalles, pero por dentro vemos una madera joven, viva, impecable, reluciente con superficies lisas, trazos simples y largos, de esta manera en el exterior se presenta como un elemento sobrio, líneas rectas y marcadas, los materiales de carácter fuerte como, acero, madera y celosía destacan por su naturalidad, colores obscuros y sobrios, en el interior es casi como entrar al corazón de un árbol, destacando no solo por el ambiente cálido que se respira por toda la casa, sino por trazos amplios y simples, superficies lisas destacando solo pocos detalles de herrería y lámparas como pequeños ojos en la madera del tronco de un árbol.
Los mosaicos son parte importante en la conceptualización del proyecto, no solo por llenar de colores las áreas en las que se colocaron como son los baños, sino también por hacer un pequeño homenaje a la arquitectura clásica mexicana, donde los patios, pasillos y fachadas se llenaban de colores con dichos mosaicos.
Los arcos en las puertas se componen de dos partes, uno por el elemento recto de la puerta simple para intercomunicar áreas y en la parte superior un fijo de cristal, la intensión de dicho fijo de cristal es para saber si el área del otro extremo se encuentra ocupada, sin la necesidad de tocar la puerta para interrumpir al usuario, ya que al observar luz en el interior podemos darnos cuenta que se encontrará ocupada el área en ese momento y dar un poco más de privacidad a las recamaras y sanitarios.