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Casa Garin Edwards
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Casa Garin Edwards
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Casa Garin Edwards.
Esta ubicada dentro de una ex cantera llamada “La Reserva”, una urbanización de casas en pendiente en un sector privilegiado por las vistas en el valle de Chicureo en Colina. La distancia aproximada desde el centro de Santiago es de 21 kilómetros.
Se trata de una vivienda unifamiliar no convencional, donde el programa y el modo de habitar proponen generar experiencias colectivas que aporten a los conceptos de convivencia social y al mismo tiempo poder generar y asegurar privacidad e independencia a cada integrante del grupo familiar. Tal vez, en un futuro podríamos estar hablando de una vivienda plurifamiliar, dada la capacidad de mutación y adaptación de los contenedores espaciales.
La familia que habita la casa esta compuesta de un matrimonio con cuatro hijos hombres, todos mayores de edad y donde algunos ya habían comenzado el proceso de independizarse. Dentro de los hermanos, el mayor es el arquitecto autor de esta obra, luego un fotógrafo productor de eventos, otro arquitecto y un comunicador de multimedios.
El lote elegido se sitúa en “Altos de la Reserva”, son parcelas en zona rural dentro del loteo, con una superficie de casi 6000 m2 situados en la cota 865, su forma triangular entrega una vista panorámica única que domina todo el valle norte de Santiago, desde la Cordillera de Los Andes a la Cordillera de La Costa y enfrentando un icono geográfico denominado cerro “Pan de Azúcar”. La contemplación del entorno constituye por si sola toda una experiencia.
El encargo fue muy especifico, debiendo dar solución a distintas variables de habitar, entorno y economía constructiva como de futuro uso. Al mismo tiempo que se propuso trabajar con la idea de un zócalo esbelto y luego marcos estructurales como elementos que se despegan para conquistar nuevas superficies en alturas. Así los padres habitaran el zócalo como analogía al tronco de un árbol y los hijos la copa de este, contenedor que dará lugar a cubículos transformables.
Esta casa plantea un esquema estructural y de cerramientos espaciales progresivos, es decir, hay una intención posterior de seguir generando recintos habitables que potencien el habitar y siempre estén soportados por la configuración estructural inicial.
La incorporación de espacios vacíos entre los habitáculos será de gran importancia para el desarrollo futuro de este proyecto.
El programa se organiza y desarrolla con la clara intención de separarse del suelo, recuperando horizontalidad dentro de lo escarpado del terreno y su pendiente. Aparecen nuevos suelos tipo terrazas de madera que van generando distancias entre espacios y jerarquizando los usos. Así, el edificio sutilmente interviene la gran pendiente para generar mininas llegadas al suelo y al mismo tiempo desplegar un gran volumen contenedor de los recintos en altura.
Con una planta de 36x12 metros, la casa se ubica cuidadosamente en el centro del predio y se oriente longitudinalmente hacia el norte. Propone conectar con el suelo tres volúmenes estructurales de hormigón visto de 4x4 metros cada uno, los cuales recibirán la estructura mixta del volumen suspendido. Además, darán lugar a los importantes recintos de la casa principal: estar, cocina-comedor, barras-mesadas temáticas, baño de visitas, dormitorios y lavandería-bodega que conecta a la caja de escalera principal del proyecto, así todos podrán usar de este recinto. Se propuso también un nivel de semisótano, el cual es usado como estudio y zona de relajación.
El programa se organiza en torno a estos núcleos estructurales habitables, asi el mas protagónico es el contenedor de la cocina y comedor principal que se arma en torno a una sola gran mesa central de hormigón visto con cubierta de resina retro iluminada.
La idea es ir generando recintos relacionados y conectados con recorridos fluidos en torno a las distintas posibilidades de uso que proponen los mobiliarios complementarios que constituyeron parte de la solución de diseño. En el primer nivel, se plantea generar vistas continuas e integradoras del paisaje, pudiendo ser contempladas desde un gran sillón de hormigón hecho en obra todo rodeado de un perímetro vidriado con múltiples posibilidades de accesos desde las terrazas perimetrales y la piscina. Esta propuesta de conectividad, rompe la convencional idea de un acceso principal en la vivienda.
La cubierta del primer nivel se proyecta como una gran losa-terraza que aprovecha los vacíos y desniveles para potenciar sus relaciones con el entorno, así los puentes de acero y madera retoman el verde del follaje y en combinación con el paisaje se tiene la sensación de estar sobre la cubierta de un barco encallado a gran altura. En el segundo nivel, se plantea trabajar con cuatro volúmenes de 60 metros cuadrados cada uno, entregando soluciones de múltiples usos a los cuatro hermanos que los habitaran. Estos cubículos deben generar distanciamientos que permitan asegurar privacidad y al mismo tiempo las distancias necesarias para las futuras intervenciones en busca de nuevos espacios habitables, por esto, se planta trabajar en doble altura. Esta estructura se plantea en base a muros de hormigón visto desfasados en su eje de los que se apoyan al suelo. Tabaquerías y ventanas son propuestos como elementos flexibles y movibles en futuras intervenciones.
En el primer nivel de cada cubículo o loft, se propuso un espacio simple y de múltiples configuraciones para dar máxima libertad de uso, así el acceso de cada loft es por el puente sur que recorre el edificio, luego un modulo contenedor de los servicios de cocina y baño, el cual separa la escalera que sube al dormitorio. En el primer nivel se ubica un comedor con mesadas en dos alturas y un baño vidriado que también funciona como lámpara del recinto.
La materialidad trabajada se basa en muros de hormigón visto, pulido y vitrificado, pisos de madera, estructuras metálicas y de madera, vidrio, aluminio, piedra pizarra, resina y fibrocemento.
El aprovechamiento y ahorro de energía fue una variable contemplada para el diseño de soleamiento del edificio, así los perímetros vidriados serian aprovechados como captadores energéticos en invierno y los aleros proyectados de la cubierta y puentes serian utilizados como protecciones solares en verano (efecto invernadero que se potencia con la solución de pisos de madera).
Al mismo tiempo se plantea un sistema de ventilaciones cruzadas en todos los recintos habitables. El volumen suspendido configura su perímetro con un sistema de radiadores de aire en base a tramas de madera tipo palillaje horizontal que también regula el soleamiento. Además, se proponen cuatro pantallas correderas coincidentes al perímetro norte vidriado de cada loft.
Esta casa se concibe como un espacio continuo de líneas simples, donde constantemente se funde el interior con el exterior.
Esta ubicada dentro de una ex cantera llamada “La Reserva”, una urbanización de casas en pendiente en un sector privilegiado por las vistas en el valle de Chicureo en Colina. La distancia aproximada desde el centro de Santiago es de 21 kilómetros.
Se trata de una vivienda unifamiliar no convencional, donde el programa y el modo de habitar proponen generar experiencias colectivas que aporten a los conceptos de convivencia social y al mismo tiempo poder generar y asegurar privacidad e independencia a cada integrante del grupo familiar. Tal vez, en un futuro podríamos estar hablando de una vivienda plurifamiliar, dada la capacidad de mutación y adaptación de los contenedores espaciales.
La familia que habita la casa esta compuesta de un matrimonio con cuatro hijos hombres, todos mayores de edad y donde algunos ya habían comenzado el proceso de independizarse. Dentro de los hermanos, el mayor es el arquitecto autor de esta obra, luego un fotógrafo productor de eventos, otro arquitecto y un comunicador de multimedios.
El lote elegido se sitúa en “Altos de la Reserva”, son parcelas en zona rural dentro del loteo, con una superficie de casi 6000 m2 situados en la cota 865, su forma triangular entrega una vista panorámica única que domina todo el valle norte de Santiago, desde la Cordillera de Los Andes a la Cordillera de La Costa y enfrentando un icono geográfico denominado cerro “Pan de Azúcar”. La contemplación del entorno constituye por si sola toda una experiencia.
El encargo fue muy especifico, debiendo dar solución a distintas variables de habitar, entorno y economía constructiva como de futuro uso. Al mismo tiempo que se propuso trabajar con la idea de un zócalo esbelto y luego marcos estructurales como elementos que se despegan para conquistar nuevas superficies en alturas. Así los padres habitaran el zócalo como analogía al tronco de un árbol y los hijos la copa de este, contenedor que dará lugar a cubículos transformables.
Esta casa plantea un esquema estructural y de cerramientos espaciales progresivos, es decir, hay una intención posterior de seguir generando recintos habitables que potencien el habitar y siempre estén soportados por la configuración estructural inicial.
La incorporación de espacios vacíos entre los habitáculos será de gran importancia para el desarrollo futuro de este proyecto.
El programa se organiza y desarrolla con la clara intención de separarse del suelo, recuperando horizontalidad dentro de lo escarpado del terreno y su pendiente. Aparecen nuevos suelos tipo terrazas de madera que van generando distancias entre espacios y jerarquizando los usos. Así, el edificio sutilmente interviene la gran pendiente para generar mininas llegadas al suelo y al mismo tiempo desplegar un gran volumen contenedor de los recintos en altura.
Con una planta de 36x12 metros, la casa se ubica cuidadosamente en el centro del predio y se oriente longitudinalmente hacia el norte. Propone conectar con el suelo tres volúmenes estructurales de hormigón visto de 4x4 metros cada uno, los cuales recibirán la estructura mixta del volumen suspendido. Además, darán lugar a los importantes recintos de la casa principal: estar, cocina-comedor, barras-mesadas temáticas, baño de visitas, dormitorios y lavandería-bodega que conecta a la caja de escalera principal del proyecto, así todos podrán usar de este recinto. Se propuso también un nivel de semisótano, el cual es usado como estudio y zona de relajación.
El programa se organiza en torno a estos núcleos estructurales habitables, asi el mas protagónico es el contenedor de la cocina y comedor principal que se arma en torno a una sola gran mesa central de hormigón visto con cubierta de resina retro iluminada.
La idea es ir generando recintos relacionados y conectados con recorridos fluidos en torno a las distintas posibilidades de uso que proponen los mobiliarios complementarios que constituyeron parte de la solución de diseño. En el primer nivel, se plantea generar vistas continuas e integradoras del paisaje, pudiendo ser contempladas desde un gran sillón de hormigón hecho en obra todo rodeado de un perímetro vidriado con múltiples posibilidades de accesos desde las terrazas perimetrales y la piscina. Esta propuesta de conectividad, rompe la convencional idea de un acceso principal en la vivienda.
La cubierta del primer nivel se proyecta como una gran losa-terraza que aprovecha los vacíos y desniveles para potenciar sus relaciones con el entorno, así los puentes de acero y madera retoman el verde del follaje y en combinación con el paisaje se tiene la sensación de estar sobre la cubierta de un barco encallado a gran altura. En el segundo nivel, se plantea trabajar con cuatro volúmenes de 60 metros cuadrados cada uno, entregando soluciones de múltiples usos a los cuatro hermanos que los habitaran. Estos cubículos deben generar distanciamientos que permitan asegurar privacidad y al mismo tiempo las distancias necesarias para las futuras intervenciones en busca de nuevos espacios habitables, por esto, se planta trabajar en doble altura. Esta estructura se plantea en base a muros de hormigón visto desfasados en su eje de los que se apoyan al suelo. Tabaquerías y ventanas son propuestos como elementos flexibles y movibles en futuras intervenciones.
En el primer nivel de cada cubículo o loft, se propuso un espacio simple y de múltiples configuraciones para dar máxima libertad de uso, así el acceso de cada loft es por el puente sur que recorre el edificio, luego un modulo contenedor de los servicios de cocina y baño, el cual separa la escalera que sube al dormitorio. En el primer nivel se ubica un comedor con mesadas en dos alturas y un baño vidriado que también funciona como lámpara del recinto.
La materialidad trabajada se basa en muros de hormigón visto, pulido y vitrificado, pisos de madera, estructuras metálicas y de madera, vidrio, aluminio, piedra pizarra, resina y fibrocemento.
El aprovechamiento y ahorro de energía fue una variable contemplada para el diseño de soleamiento del edificio, así los perímetros vidriados serian aprovechados como captadores energéticos en invierno y los aleros proyectados de la cubierta y puentes serian utilizados como protecciones solares en verano (efecto invernadero que se potencia con la solución de pisos de madera).
Al mismo tiempo se plantea un sistema de ventilaciones cruzadas en todos los recintos habitables. El volumen suspendido configura su perímetro con un sistema de radiadores de aire en base a tramas de madera tipo palillaje horizontal que también regula el soleamiento. Además, se proponen cuatro pantallas correderas coincidentes al perímetro norte vidriado de cada loft.
Esta casa se concibe como un espacio continuo de líneas simples, donde constantemente se funde el interior con el exterior.
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