Our vision and values as architects materialize in this project, which goes beyond convention. The main purpose of this design was to create comfortable and functional spaces where materials take center stage, creating a solid connection between the context and the user.
Casa Conchagua has two central elements. A majestic double height with handmade bricks and planters welcomes you the moment you access the lobby. Its materiality adds color to the room and merges with a play of lights and shadows entering from the top. Another key element highlighted in the interior is the flowing concrete sculptural staircase, becoming a symbol of elegance and simplicity, a true piece of art in motion.
After these two elements, the rest of the rooms unfold on both levels. Each space harmonizes and offers a comfortable and functional environment. The whole house seeks to promote the coexistence of its users in a shared experience, integrating nature and natural light.
The essence of sobriety and elegance manifests in every detail of this house. Luxury and a harmonious combination of selected materials and finishes are present in the interior design.
In every project, we bet on the intelligent use of resources and the talent of our workers, so we opted for materials such as brick, concrete, volcanic stone, and waxed wood, which contribute authenticity and natural charm that will last over time. More than a house or project, we assemble a work of art that will transcend time. A home that embraces nature and combines sobriety and elegance to provide a cozy refuge full of charm.
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Nuestra visión y valores como arquitectos se han plasmado y materializado en esta excepcional casa que va mucho más allá de lo convencional. Nuestro objetivo principal fue crear espacios cómodos y altamente funcionales, donde los materiales toman protagonismo, estableciendo una sólida conexión entre el entorno y los usuarios.
La vivienda se distingue por dos elementos centrales que capturan la atención desde el primer instante. En primer lugar, una majestuosa doble altura engalanada con un imponente muro artesanal de tabique, que aporta vibrantes tonalidades y un fascinante juego de luces y sombras a la estancia. La jardinera que lo acompaña brinda una sensación de vida y comunión con la naturaleza. En segundo lugar, una escalera escultórica volada, una auténtica obra de arte en movimiento, que se erige como símbolo de elegancia y simplicidad.
A partir de estos dos elementos principales, se despliegan con gracia los demás espacios de la casa en ambos niveles. Cada ambiente ha sido minuciosamente concebido para lograr una armonía perfecta y ofrecer un entorno cómodo y funcional. La fluida integración de estos espacios busca fomentar la convivencia entre sus habitantes en una experiencia compartida.
La naturaleza y la luz natural adquieren un papel fundamental en la concepción de esta obra arquitectónica. Los ventanales juegan un rol protagónico, permitiendo la perfecta integración del interior con el exterior, sumergiendo a los ocupantes en un entorno enriquecido por la naturaleza circundante.
La esencia de sobriedad y elegancia se manifiesta en cada detalle de esta casa, donde el lujo se encuentra en la simplicidad de los elementos y en la armónica combinación de materiales cuidadosamente seleccionados. Apostamos por la inteligencia en el uso de los recursos y el talento de los trabajadores en la manipulación de los materiales, por lo que optamos por el uso de elementos como el tabique, el concreto aparente, la piedra volcánica y la madera a la cera, los cuales infunden una autenticidad y un encanto natural que perdurará en el tiempo.
En este proyecto, hemos creado más que una casa, hemos esculpido una obra de arte destinada a trascender en el tiempo. Un hogar que abraza la naturaleza y a quienes lo habitan, un lugar donde la sobriedad y la elegancia se conjugan para brindar un refugio acogedor repleto de encanto.